¡Disfruta ser agradecido!
El mundo actual no descansa. La tecnología y el conocimiento han creado un ambiente de rápido desarrollo en todas las áreas de la vida, desde trabajo hasta la familia. Cuando el deseo de detenerse por un momento aparece, el miedo también lo hace. ¿Pero miedo a que? ¿Miedo a perder una oportunidad por detenerse? ¿Miedo a fracasar o ser holgazán? ¿Miedo a quedarse atrás? Cual sea la razón, el ir rápido nos quita la vista de cosas importantes para hacer lo urgente. Ser agradecido es una de esas cosas importantes que dejamos de hacer por llegar a la meta lo antes posible. La gratitud nos permite disfrutar el camino, estar alegres por poder ver las cosas buenas a nuestro alrededor. Cada cosa pequeña o grande empieza a llenar de alegría el corazón y el de las personas que nos rodean.
A lo largo de los años comprendemos que en los pequeños detalles se demuestra la excelencia. Ser atento con el cliente, responder todas sus dudas e inquietudes; entregar soluciones integrales que le proporcionen valor y dar plazos reales de tiempo son parte de entregar un servicio de consultoría de alta calidad. Esto no es algo que ocurre de la noche a la mañana; se va forjando a lo largo del tiempo. Son de esas cosas donde se valora más la calidad que la cantidad. Ir a un cierto ritmo para crear un servicio excelente es lo que genera experiencia.
Lo fácil es ir rápido, resolver mediocremente y quedar mal con el cliente. Lo difícil es ir lento pero seguro, resolver oportunamente y brindar una solución integral. La clave para iniciar con el camino difícil pero que garantiza el éxito es el agradecimiento. Una persona agradecida da valor a los demás, sus ideas y aportaciones. No hace el trabajo por salir del paso, sino que lo hace para regresar un poco lo que él ha recibido.